Terapia Egipcia-Esenia

Las terapias esenias egipcias trabajan todos los cuerpos energéticos, trabajan a un nivel muy holístico de la persona, porque no sólo trabajan el cuerpo físico, si no que mucho más en profundidad, tocan todo lo relacionado con los cuerpos sutiles de la persona.

Primero en se desarrolla en Egipto, hace 3500 años a.C, por Amenophis III, y luego por su hijo, Amenophis IV, también conocido como Akenathon, para luego pasar a los Esenios.

¿Quiénes fueron los esenios?

Los esenios, igual que los antiguos egipcios, fueron unos maestros en el arte de las terapias energéticas.

Los esenios fueron un movimiento judío, establecido probablemente desde mediados del siglo II a. C., tras la revuelta macabea y cuya existencia hasta el siglo I está documentada por distintas fuentes. Sus antecedentes inmediatos podrían estar en el movimiento hasideo, de la época de la dominación seléucida (197 a 142 a. C.). La congregacion judia de esenios escribio los rollos del mar muerto. Se cree que Jesús pudo ser practicante de esta terapia.

Tras haber sido ocultados durante varios milenios, sus conocimientos resurgen hoy con fuerza respondiendo a una necesidad profunda de nuestra sociedad, la de volver a encontrar ciertas raíces y dimensiones…

¿Cómo trabaja la terapia esenia?

La práctica esenia se enfoca en restablecer la circulación energética, armoniosa a través del organismo mediante un trabajo consciente y respetuoso sobre sus chacras, sus nadis y sus múltiples niveles de realidades sutiles , así se puede prevenir eventuales desordenes físicos como psicológicos a través de la detección de zonas de bloqueo o de intoxicación energética que desestabiliza el cuerpo o ciertos órganos, favorece la detección y eliminación de la formas pensamientos tóxicas que son a menudo el origen de muchas enfermedades facilitando la toma de conciencia .

Los cuidados esenios tratan al Ser en sus tres aspectos cuerpo, alma y espíritu.

Cuando realizamos un cuidado de sensibilidad esenia y egipcia nos acercamos a lo sagrado, de modo que no es una simple técnica sino un acto sagrado. Es un acto sagrado porque me alineo con la fuerza divina y dejo que actué a través de mi, simplemente me dejo llevar por el corazón, poniendo lo mejor de mí, lo más profundo de mi ser, al servicio de la Divinidad.

Los esenios consideraban la enfermedad, no como un enemigo a combatir, sino como un llamado del alma, avisándonos de que algo no funciona bien en nuestro interior.
El terapeuta esenio debe  de situar su corazón en el extremo de sus manos
sabiendo que es un simple canal, debe de comprender que cuando realiza cualquier terapia energética, se está  alineando con la fuerza divina, siendo  un simple canal de ella.

En resumen

Trasmitimos esa energía a través de nuestras manos haciendo intervenir la fuerza de nuestro corazón, el resultado no importa, debemos de aprender a no obstaculizar el camino con nuestras expectativas.

Solo soy un intermediario de la energía de vida, esa fuerza divina que actúa sobre la persona activando sus propias fuerzas curativas para conectarla con su propia Divinidad y así trasmutar todo aquello que la oprime y la asfixia, poniéndola en resonancia con su propia alma.

El gran arte del terapeuta esenio está en el hecho “de ayudar a la persona a curarse él mismo”. Lo que es la Clave de toda Verdadera Sanación.

1301945901_the-apostles-003

Autor entrada: sowelu

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *