Meditación: Estudiando nuestra Mente.

Uno de los resultados más importante de la primera etapa al meditar, es el conocimiento de la mente, de su naturaleza y componentes. Me doy cuenta de lo más frecuente, tanto en la forma de crear, rememorar, asociar, como del tipo de conceptos, imágenes, memorias, sensaciones etc. que terminan siendo familiares.

 

 

Mente y Meditación

Al entrar en esta dinámica, notamos en nuestra mente las formas de proceso automáticas o inconscientes como por ejemplo el asociacionismo, y por otro lado se han hecho una recaudación de ciertos contenidos, siendo universales o no, encontramos repetidos y a los cuales se pueden llamar tendencias.

En la etapa de empoderamiento de mi mente, estoy prestando importancia a los contenidos y consecuentemente vamos a sacar provecho más a fondo de lo que conozco de mis tendencias. Ya no solamente para aprender a diferenciarme de lo mental, darle forma y poderlo dejar pasar, desaferrarme, sino para empoderarme de las que considere constructivas.

Estudiando nuestra mente

Es decir, debo hacer un estudio de lo que mi mente trae a mi conciencia en este momento y que considere que se corresponde con el propósito, con el perfil de mi propia construcción, que he definido anteriormente.

En este estadio del trabajo, es conveniente tomar tres direcciones:

  1. Remitirme al conocimiento anterior de mi mente, mi estudio previo: qué he visto en mis automatismos de contenido que sea constructivo.
  2. Por otro lado, durante unas semanas focalizar más mi atención a esos contenidos, en la propia meditación. Quizás esté produciendo aquello que me hace sentir pleno y estable y en mis observaciones previas, no lo resalté.

Finalmente obtengo una relación de Contenidos Viejos Constructivos que ya elabora y reproduce mi mente.

Atención: Conviene seguir repasando esta relación, que se irá enriqueciendo con los ejercicios, y cambiando. Es dinámica, no estática.

Pero la mente, probablemente, no va a producir todo lo que diseñé como deseado, mi perfil ideal y constructivo.

Así que he aquí la tercera dirección:

  1. Resalto y creo una relación con aquellos contenidos que no aparecen en mis observaciones y que por lo tanto mi mente nunca ha aprendido. Una vez aglutino un listado, o relación, uso mi memoria para saber si determinadas personas han dirigido sus comentarios o vivencias a contenidos semejantes y además, por mi parte, detallo cómo debería sentirse o tener conciencia de mi nuevo perfil, o bien miro de recordar si alguna vez he podido tener presente contenidos similares.

El resultado es una lista de Contenidos Nuevos Constructivos y sus relaciones con nosotros sean en forma de historia vivida alrededor de ellos o simplemente mi definición y construcción de los mismos.

Del mismo modo que antes, es recomendable seguir repasando esta relación, que se irá enriqueciendo y cambiando, no solo con los ejercicios, sino con los nuevos propósitos de mi vida o circunstancias. Ambas relaciones son dinámicas.

 

Autor entrada: sowelu

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *