Conozca qué son y para qué sirven los Mandalas

Originariamente, la palabra sánscrita Mandala significa “Círculo” o “Circulo Sagrado”. Es un símbolo de sanación, unión, totalidad, integración, el absoluto, protector.

Un mandala es básicamente un círculo, es la forma perfecta, usualmente decorado con imágenes de diferentes formas y colores que varían dependiendo del origen cultural de quien los crea. Por ello nos representa el símbolo del cosmos y de la eternidad. Podríamos decir que todo en nuestra vida posee las formas del círculo.

 

 

Los mandalas han sido usados por los grupos espirituales desde hace mucho tiempo atrás. Caminar, danzar, observar o dibujar mandalas puede ayudar a curar la fragmentación psíquica y espiritual, también nos ayuda a manifestar nuestra energía creativa y reconectarnos con nuestro ser.

 Desde un punto de vista espiritual el mandala es un centro energético de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente.

Psicológicamente los mandalas representan la totalidad de nuestro ser. Dado que reflejan la psique humana, Interactuar con ellos te ayuda a curar la fragmentación psíquica y espiritual, a manifestar tu creatividad y reconectarte con tu esencia. Cada persona responde a ellos instintivamente, más allá de su edad, genero, raza, cultura, etc.

El mandala es una puerta hacia la institución más íntima del ser humano. Representa la condensación ordenante del universo. Mediante su diseño, contemplación y meditación el ser humano puede acceder al mundo espiritual haciéndose parte del todo armonioso, trascendiendo sus limitaciones presentes y ataduras al mundo material y espiritual.

El mandala puede ser una guía para ubicarnos en nuestro centro más profundo y así integrar los diferentes aspectos de nuestra vida. A medida que vamos profundizando nuestro conocimiento en el mandala, el potencial guardado en nuestro interior comienza a manifestarse cada vez con mayor intensidad.

 

Cuando creamos un mandala, producimos un símbolo personal que revela quien somos en ese  momento.  El  cirulo  que  dibujamos  contiene  e  incluso  invita  a  parecer  partes conflictivas de nuestra naturaleza. No obstante, aun cuando emerge el conflicto. Existe una innegable liberación de tensión al producir un mandala.

Un  mandala  puede  variar  en  color  y  diseño,  pero  básicamente  está  formado por  un círculo, con su centro y su exterior. Psicológicamente un mandala representa la totalidad de nuestro ser, en todas su formas de expresión, si se dibuja, se pinta, se danza o se medita, el mandala es como realizar un viaje hacia nuestra esencia, y podría decir que su práctica diaria ilumina zonas de nuestra ser.

Finalmente

Dibujar mandala y meditarlos permitirá que la sabiduría y el conocimiento de tu inconsciente y subconsciente broten hacia el exterior. El mandala es una puerta de acceso a tu interior que permite captar a través de él las limitaciones, si las hay, y ver los traumas o ataduras de patrones heredados o propios.

Autor entrada: sowelu

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