Las cinco fuerzas energéticas según Buddha

Durante nuestra infancia nos sentíamos tan felices. Estábamos libres de problemas y ansiedades, no pensábamos en el pasado, en el futuro, ni en nada. Sólo disfrutábamos de nosotros mismos, la comida y la compañía. Creíamos estar en el paraíso. (- Si hay un momento de mi vida en donde puedo creer que he sido plenamente feliz, es en mi infancia. El aire se sentía tan fresco, los colores tan vivos, las reacciones tan espontáneas. Puedo imaginármelo pero cuesta volver a recibir la vida con la plenitud de un niño. -)

A medida que crecemos empezamos a preocuparnos por los deberes, por la ropa adecuada, por un buen trabajo y por sacar adelante  a nuestra familia, sin mencionar las guerras, las injusticias sociales y tantos otros problemas. Creemos haber perdido el paraíso pero no es cierto.

Sólo tenemos que regar las semillas del paraíso de nuestro interior y seremos capaces de generar de nuevo una verdadera felicidad. Incluso hoy mismo, tu y yo podemos regresar a nuestro propio paraíso respirando concientemente.

Nuestro verdadero hogar no sólo estaba en el pasado, sino que existe ahora.

La plena conciencia es la energía que podemos generar en nuestra vida diaria para volver a vivir en el paraíso. Las cinco facultades son quienes pueden ayudarnos a generar esta energía en nosotros y son la fe, la energía, la plena consciencia, la concentración y la visión.

Las 5 fuerzas energéticas

Cuando tenemos fe se desata en nosotros una gran energía. Si depositamos la fe en algo poco fiable, tarde o temprano nos conducirá a un estado de duda y desconfianza. Pero cuando nuestra fe está constituida de visión y comprensión, sentimos las cosas buenas, bellas y fiables. La fe es la confianza que depositamos al poner en práctica una enseñanza que nos ayuda a vencer las dificultades y a transformarnos. El segundo poder es la diligencia, la energía que aporta alegría a nuestra práctica. La fe crea diligencia, y ésta sigue fortaleciendo nuestra fe. El tercer poder es la conciencia.

Para observar profundamente, para tener una profunda visión, utilizamos la energía de la Atención Correcta. La meditación es como una central eléctrica para la conciencia. El cuarto poder es la concentración. Para observar profundamente y ver con claridad necesitamos concentración. Ser consciente conduce a la concentración y la concentración conduce a la visión y a la fe. El quinto poder es la visión o sabiduría, la capacidad de observar profundamente y ver con claridad, y también la comprensión que surge de esta práctica. Cuando podemos ver con claridad abandonamos lo que es falso y nuestra fe se convierte en la Fe Correcta. Si en nuestro cuerpo y en nuestra mente no hay suficiente energía, quiere decir que nuestras cinco centrales eléctricas necesitan una reparación. Pero cuando funcionan bien, son capaces de producir la energía que necesitamos para practicar y ser felices. Practicar las Cinco Fuerzas Energéticas equivale a cultivar la tierra del almacén de nuestra conciencia, arándola y regando las buenas semillas. Después cuando broten en la mente consciente y se conviertan en flores y frutos, esparcirán buenas semillas. Pero para esto necesitas la condición de la continuidad en tu práctica.

La denominación “BUDA” procede de la raíz verbal budh que significa despertar, comprender, saber lo que ocurre a un nivel muy 57 profundo. Que nuestra visión sea profunda o superficial dependerá de nuestro grado de despertar. No hay nadie que no tenga la capacidad de ser un buda, pues por más que sea difícil aceptarlo, todos llevamos la semilla de Buda. No busques la felicidad fuera de ti. Abandona la idea de que no la tienes. Está a tu disposición en tu interior. Hay una sexta fuerza energética denominada “capacidad” o “inclusividad”. La capacidad de ser feliz es muy preciosa. Aquel que es capaz de serlo aun cuando tiene problemas, posee la capacidad de ofrecer luz y una sensación de alegría a sí mismo y a los que le rodean. Si en tu sangha hay una persona como ésta, alguien que puede sonreír, ser feliz y tener fe en cualquier circunstancia, es una buena sangha. Si desarrollas la capacidad de ser feliz en cualquier entorno, serás capaz de compartir tu felicidad con los demás. De lo contrario quizá pienses “Es una situación infeliz. Debo irme a otra parte.” E irás de un lugar a otro vagando como el hijo pródigo. Cuando descubres tu capacidad de ser feliz en cualquier lugar puedes echar raíces en el momento presente. Puedes tomar cualquier condición del momento presente y convertirla en la base de tu felicidad. Cuando el sol brilla, eres feliz. Cuando llueve, eres también feliz.

No necesitas ir a ninguna otra parte. Todo cuanto el momento presente te ofrece pertenece a tu verdadero hogar. La capacidad de estar en paz en cualquier lugar es una semilla positiva, pero la energía de huir no lo es. Queremos regresar a nuestro verdadero hogar, pero tenemos el hábito de huir. El Sutra de Samiddhi nos enseña a practicar para que nuestra felicidad esté presente aquí y ahora.

Autor entrada: sowelu

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